Hasta hace unos años, el lifting cervicofacial estaba asociado a pacientes en torno a 60 -70 años. Actualmente este paradigma ha cambiado.
En torno al final de los 40s-principio de los 50 suelen empezar a aparecer los primeros signos de envejecimiento facial: uno de los primeros suele ser la pérdida de definición del óvalo facial con exceso de piel y descolgamiento de las regiones laterales al mentón (jowl). Esto se resuelve mediante la plicatura de una estructura que se denomina SMAS (acrónimo de Superfial MusculoAponeurotic System) con una trayectoria posterior acompañado en ocasiones de una pequeña liposucción de esta región.
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